La Ingeniería del mantenimiento es un concepto que tiene por objetivo cuidar y mantener todos aquellos equipos e infraestructuras de tal forma que salvaguarden y aseguren una producción industrial segura dentro de la vida útil para la cuál fueron diseñados y, evitando por tanto, fallos y daños en equipos e infraestructuras que puedan provocar accidentes en personas, sistemas adyacentes y Medio Ambiente así como pérdidas en la producción y productividad con la consiguiente pérdida económica que esto supondría.
Es por tanto, que la ingeniería de mantenimiento es un conjunto muy amplio de actuaciones, tanto de tipo logístico, económico y técnico que tienen por objetivo preservar, restaurar y mejorar todos aquellos aspectos donde se incluyen máquinas, equipos, sistemas de instrumentación y control, infraestructura y equipo humano que conforman un proceso industrial.
Cuando hablamos de evitar, restaurar y mejorar las prestaciones de un proceso industrial, indirectamente lo que tratamos es de minimizar la tasa de fallos del mismo lo máximo posible, y por consiguiente evitar todo aquello que hemos mencionado anteriormente.
Cuando hablamos de evitar, restaurar y mejorar las prestaciones de un proceso industrial, indirectamente lo que tratamos es de minimizar la tasa de fallos del mismo lo máximo posible, y por consiguiente evitar todo aquello que hemos mencionado anteriormente.
Un proceso industrial, es la conformación y la integración de un número elevado de equipos individualizados cuya tasa global de fallos es la sumatoria de las tasas individualizadas de los equipos y sistemas que lo conforman.
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Figura 1. Estimación de la tasa de fallos durante el periodo de vida de un equipo, sistema o infraestructura. |
Según la localización de los fallos en los equipos, sistemas e infraestructuras, normalmente encontramos tres tipos de fallos:
- Los fallos producidos en las fases iniciales de funcionamiento y operación, causadas por los arranques iniciales donde pueden existir fallos de ajustes o falta de rodaje.
- Los fallos producidos durante la operación del proceso, es decir, fallos producidos durante la vida útil del equipo o sistema cuya causa puede deberse a multitud de factores como un mal mantenimiento, una mala utilización, una sobrecarga, etc…
- Los fallos producidos al final de la vida útil del equipo o sistema en la cual, el equipo falla a causa del deterioro interno. Esta etapa, variará en función del mantenimiento y utilización que se haya llevado a cabo durante el proceso industrial, pudiendo alargar o acortar la vida útil del mismo.
Para evitar el fallo y derivar las posibles consecuencias, es evidente que existen una serie de mantenimientos que evitan que esto ocurra. Por otro lado, para cada tipo de fallo existe un tipo de mantenimiento que mejoran y restauran las prestaciones iniciales o muy próximas a las iniciales dependiendo del grado de fallo y consecuencias que se hayan producido.
Una vez detectadas las probabilidades de fallos de los equipos y sistemas que componen nuestro proceso de producción, definiremos un plan de actuación de mantenimiento que podremos definir como:
Los mantenimientos llevados a cabo antes de que ocurra un fallo o pre-fallo. En este caso caben destacar las siguientes actuaciones:
- Los mantenimientos preventivos. Son mantenimientos de tipo periódico donde se produce la sustitución y reajuste de ciertos componentes dentro de los equipos, sistemas o infraestructuras.
- Los mantenimientos predictivos. Este tipo de mantenimientos no se realiza de forma periódica sino que se realiza a condición o cada vez que el equipo o sistema presenta un signo sintomático de degradación.
- Los mantenimientos en uso. Este tipo de mantenimiento se realizan sin la pausa del equipo, sistema o infraestructura. Normalmente este tipo de actuaciones se acometen en sistemas redundantes.
- Los mantenimientos en proyecto. Este tipo de mantenimiento es de tipo conceptual, donde se trata de ajustar la precisión de los futuros mantenimientos de los equipos, sistemas e infraestructuras cuando aún se encuentran en fase de diseño.
Los mantenimientos llevados a cabo después del fallo o post-fallo. Donde destacamos principalmente dos tipos de actuaciones:
- Los mantenimientos de tipo correctivo o paliativo. Son mantenimientos programados ya que se deben estudiar las posibles causas del fallo y las derivadas consecuencias que han podido darse.
- Los mantenimientos detectivos. En estas actuaciones lo que se intenta es detectar cuál es el fallo o fallos que se producen en equipos, sistemas e infraestructuras principales y fundamentales del proceso de producción.
Toda esta tipología de mantenimientos
se acomete siempre en los activos fijos de las empresas y fábricas, es decir,
en los equipos materiales de procesos e infraestructuras para evitar
principalmente los daños a personas, bienes y equipos adyacentes y Medio
Ambiente, pero además, el mantenimiento implica una renovación y actualización
de los conocimientos del equipo humano que opera y maneja el proceso
operacional para, precisamente evitar fallos con sus posibles consecuencias. Es
lo que se conoce como la reducción de tasa de fallos humanos y que está siempre muy presente
en la mayor parte de los fallos producidos.
Por otro lado, cabe mencionar un
aspecto muy importante en la ingeniería del mantenimiento. Se trata del coste
asociado a las actuaciones de mantenimiento. Una buena política del
mantenimiento y un buen conocimiento de las actuaciones realizadas siempre
conllevan una minimización del coste asociado. Es por tanto, que siempre una
buena inversión en la mejora continua de equipos humanos y materiales con el
consiguiente mantenimiento de pre-fallo es más económico que las reparaciones y
mantenimientos a post-fallo.
Un saludo y hasta pronto!
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